Día completo en el Monasterio de Piedra con niños. Nuévalos (Zaragoza).
Monasterio de Piedra con niños
Hace unas semanas pudimos visitar un lugar al que le tenía muchas ganas, el Parque Jardín Histórico del Monasterio de Piedra en Nuévalos (Zaragoza).
Había oído hablar maravillas de él y muchos amigos ya lo visitaron y coincidían en que es digno de ver.
Allí encontraréis unos jardines espectaculares llenos de cascadas, lagos y caminos de agua, un antiguo monasterio y un Hotel espectacular construido en parte de lo que fue el monasterio. En total, un conjunto en el que podéis pasar un día completo, y así os lo recomiendo.
Si vais al Monasterio de Piedra con niños lo mejor es que os preparéis para ir todo el día y así no habrá estrés, carreras ni cansancios. Si vais solamente adultos, se puede visitar perfectamente en 3-4hr, pero ya os digo que merece la pena quedarse por allí.
Situación, precios y horarios.
Pero vayamos a lo principal, ¿Dónde está el Monasterio de Piedra?. Tendréis que dirigiros a Zaragoza, aunque depende de donde estéis, no tendréis que llegar. Está ubicado en Nuévalos, cerca de Calatayud.
En cuanto a los precios, como en muchos sitios similares, hay un pequeño descuento si compráis las entradas de forma online con antelación a un precio de 15,67€ los adultos y 10,90€ niños y mayores de 65.
Es un descuento del 5% respecto a comprarlas en taquilla que serían 16,50 y 11,50.
Menores de 4 años entran gratis, y menores de 12 años no pueden acceder solos sin estar acompañados de un adulto.
Los horarios se pueden consultar también en la web por si hubiera cambios de último momento, pero generalmente el horario de apertura del Parque Jardín Histórico y del Monasterio es el siguiente:
Parque: De 09:00H a 21:00H. Cierre de acceso a las 19:30H
A partir del 28 de Mayo: De 09:00H a 21:30H. Cierre de acceso a las 20:00H
Monasterio: De 10:00H a 20:00H. Cierre de acceso a las 19:30H
¿Se puede comer allí o llevar Pícnic?
Os quiero responder primero a esto porque cuando vamos a sitios como el Monasterio de Piedra con niños nos interesa saber dónde se puede comer y no arriesgarnos a ir a la aventura y que sea un desastre.
Os diré que tenéis varias opciones, podéis comer allí y podéis llevar pícnic.
Por un lado, para los que prefieran comer allí, tienen como opción el restaurante del Hotel o el restaurante Piedra Vieja que se encuentra enfrente de las taquillas del parque.
En Piedra Vieja disponen de menú del día por 14,50€ y menú infantil por 9€. También ofrecen platos a la carta y pizzas.
Podéis ver las cartas de los dos restaurantes aquí.
Para los que prefieran llevar comida de casa hay también opciones. Está prohibido comer en lo que es el recorrido del parque y jardines, pero hay una zona al final del recorrido habilitada para descansar y podéis sacar vuestra comida.
Recuerdo ver que había un pequeño parque, algunas mesas, bancos y máquinas de bebidas.
Eso sí, cargar con la comida durante todo el recorrido no me parece buena idea, por eso yo os recomiendo la segunda opción.
Y la segunda opción consiste en utilizar los merenderos que el conjunto tiene situados a la entrada del recinto, muy cerca del aparcamiento.
Nosotros dejamos nuestra comida en el coche en unos buenos tuppers para que no se estropee y cuando acabamos la visita del jardín fuimos a por ella y comimos en los merenderos cubiertos para protegernos del sol.
A la izquierda según entras por el arco, está el merendero cubierto y a la derecha, mesas grandes al aire libre.
En el medio, máquinas expendedoras de bebidas.
Lamento no haber hecho fotos, pero había gente y no quería molestar. El sitio está super bien para comer.
En las inmediaciones del merendero hay zona de césped, un parque infantil y baños públicos.
Una vez que acabas, metes todo en el coche y sigues la visita por la parte del Monasterio.
Parque Jardín.
Un parque de ensueño donde
el agua juega con la naturaleza.
Cualquier descripción que haga de la parte del jardín se quedaría corta. El Monasterio de Piedra con niños o sin ellos tiene mucho que ofrecer a cada visitante. Es imposible definir la belleza del lugar. Cada nuevo rincón te va dejando más maravillado que el anterior.
El recorrido está perfectamente marcado en el plano que tendrás que consultar con el móvil porque desde el covid no dan folletos en papel.
De todos modos es un recorrido circular que no tiene mucha pérdida.
Al momento de entrar te ofrecerán hacerte una foto en grupo y algo más abajo con Charly. Esas fotos se pueden comprar a la salida del recorrido y el precio varía, pues cuantas más cojas, más barato sale. Nosotros compramos 6 y creo que fueron 32€ o algo así.
La de Charly os la recomiendo totalmente, es un recuerdo precioso con niños:
Eso sí, estaría genial que entregasen también la versión digital como hacen en otros sitios como Dinópolis y así poder tenerla con buena calidad.
Comienza el recorrido por un serpenteante camino de subidas y bajadas, grutas, cuevas, cascadas, lagos y mil sorpresas.
Cada parte es diferente y te va sorprendiendo no solo por sus preciosas cascadas, también por su gran flora y fauna y el maravilloso ecosistema que forma el conjunto.
Cascadas Trinidad y La Caprichosa. Grutas Pantera, Bacante y del Artista.
El primer recorrido del parque nos lleva por la zona conocida como el baño de Diana que se nutre de la cascada La Caprichosa que se encuentra más arriba.
Seguidamente, pasamos por el lago de los patos (No había cuando fuimos), para dar paso a la primera de las cascadas llamada Trinidad, estrecha pero con buena altura.
Ahora toca pasar tres grutas pequeñitas, Pantera, Bacante y del Artista. A través de ellas llegamos a la impresionante cascada La Caprichosa.
Impresionante por su altura y ubicación, La Caprichosa es un sitio perfecto para foto familiar colocándonos delante del mirador.
Si seguimos subiendo encontraremos el mirador de la cascada para poder ver su impresionante caída. No apto para quienes sufren vértigo.
Los Vadillos, parque de la Pradilla y Fresnos altos y bajos.
Siguiendo el recorrido marcado llegamos a Los Vadillos y el Parque de Pradilla. Una zona con un gran río y pequeños saltos de agua.
Después toca najar escaleras por los Fresnos altos y bajos, una escalera de cascadas en la piedra decorada por el musgo.
Cascada y gruta Iris y la gran Cola de Caballo.
Llegamos a la mitad del recorrido con la parte que más impresiona a todo el que lo visita.
Primero tenemos que pasar por la cascada Iris para entrar en la cueva o gruta del mismo nombre. Una trepidante bajada por escaleras que no parecen terminar nunca y que desembocan en una gruta espectacular debajo de la cascada Cola de Caballo de 50mt de altura, la cual hemos podido ver durante el descenso por algunos agujeros tallados en la piedra.
Aunque el recorrido es apto para niños, tengo que remarcar que la bajada a la gruta está algo empinada y tiene humedad debido al agua. Por eso os diría que tengáis cuidado con los más pequeños por el riesgo de resbalones y caídas.
Al ser un recorrido circular no os vais a encontrar a nadie de frente, lo que dificultaría avanzar. La gente respeta bien el avance de cada uno y que te pares a sacar una foto.
Piscifactoría y Lago del espejo. Últimas cascadas.
Pasando la cascada Cola de caballo llegamos al tramo fina del recorrido entrando en la piscifactoría.
Tenía entendido que aquí te vendían bolsas de cebo para alimentar a los peces, pero no parecía haber nadie por ahí y no pudimos ver muchos, aunque alguno grande y algún cangrejo sí que pudimos ver.
Justo detrás está el Lago del Espejo con la Peña del Diablo en el medio.
Este lago está completamente aislado del ruido, con el agua tranquila y transparente que deja ver algunos peces e incluso culebras de agua.
Es ya el último tramo del Jardín, cruzando la peña por un largo túnel, comienza una subida hacia el punto inicial del Monasterio. Esta subida aún nos regala bonitas panorámicas y cascadas: Cascada Fuente del señor, Chorreaderos y cascada Sombría.
Monasterio de Piedra.
Una vez nos recomponemos del paseo comiendo un buen pícnic en la zona de merendero, continuamos la tarde con la visita al Monasterio (incluida en a entrada).
Si os alojáis en el Hotel veréis mucho más de lo que se puede ver en la visita al parque, además por estar alojados, las entradas al conjunto os saldrán mejor de precio, ya que hay descuento para los alojados.
Los muros del monasterio del siglo XIII, esconden ocho siglos de historia desde su Consagración, en 1218.
En él se pueden contemplar las principales características de la arquitectura Cisterciense.
La Iglesia es el edificio central, con un claustro anexo en torno al cual se disponen las estancias monacales: Sala Capitular, Cillería o almacén, Cocina, Refectorio y Calefactorio.
La fundación del Monasterio de Piedra proviene de las repoblaciones de la segunda mitad del siglo XII y de la expansión de los cistercienses por la Península Ibérica. En 1186, Alfonso II de Aragón y su esposa, Sancha de Castilla, donaron a los monjes de Poblet el Castillo de Piedra (castrum Petrae) con el objeto de fundar allí un monasterio cisterciense.
La construcción del monasterio se realiza en los años de transición del Románico al Gótico. El característico estilo arquitectónico de la Orden está presente en el monasterio: Gótico Cisterciense, arquitectura sobria, austera, sencilla y luminosa.
En la actualidad, la iglesia está en ruinas como consecuencia de los años de abandono que, en el siglo XIX, sufrieron los edificios tras la Desamortización. Piedra conoció tres procesos desamortizadores.
El templo fue destruido y las imágenes mutiladas durante el tiempo que medió entre la revolución de 1835 y el año 1840, en el que pasó a ser propiedad privada.
Juan Federico Muntadas, propietario de Piedra, transformó la huerta en un jardín paisajista y las dependencias conventuales en una instalación hostelera e hidroterápica, a lo que añadió la construcción de una piscifactoría que fue pionera en España, parte de cuyas instalaciones son visitables aún hoy en el recorrido por el Parque.
Desde entonces hasta nuestros días, Piedra se ha convertido en un destino turístico de primer orden. La adquisición de los edificios por la familia Muntadas, la transformación del Monasterio en un Hotel y los nuevos usos turísticos que se dieron a las dependencias frenaron su degradación y lo han preservado en el estado actual. Catalogado como Monumento Nacional el 16 de febrero de 1983 (hoy en día, Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento), el Monasterio de Piedra es en la actualidad uno de los parajes más espectaculares de Europa, siendo además galardonado con la Medalla al Mérito Turístico por el Gobierno de Aragón en 2011.
Exposiciones.
Con la entrada también se visita el Museo del Vino D.O. Calatayud, perteneciente a la Ruta del Vino, la Exposición de Carruajes y la Exposición de la “Historia del Chocolate”.
Comer en el Monasterio de Piedra.
Dentro del recinto sin necesidad de coger el coche tenemos tres opciones:
• Restaurante Piedra Vieja donde sirven bocadillos, raciones y pinchos en el bar o podéis pasar al restaurante donde hay menú del día económico, carta, platos combinados y pizzas.
• Restaurante Reyes de Aragón entro del Hotel Spa. Algo más caro que el anterior, pero también ofrece carta y menús de adultos y niños.
• Por último, la opción de llevar pícnic de casa y usar los merenderos de los que dispone el parque a la entrada.
Dormir en el Monasterio de Piedra.
• En el recinto solo hay opción de dormir en el Hotel Monumento con Spa. Si os alojáis ahí, tenéis descuento en las entradas para visitar el parque.
Recomendaciones Para ir al Monasterio de Piedra con niños.
• Yendo con niños no tengas prisa, dedica un día entero a estar en el conjunto y disfruta con calma.
• La parte del jardín se puede hacer a buen ritmo en 2hr, pero con niños más pequeños tardaréis más.
• Hay partes del recorrido con el suelo mojado por el agua, vigilad bien dónde pisáis para evitar accidentes, sobre todo con los peques.
• No llevéis carritos de bebé, pues os tocará llevarlos a pulso en la mayor parte del recorrido. Usad mejor mochila o fular.
• Llevad calzado cómodo y si vais en invierno, chubasquero porque hay zonas en las que te mojas inevitablemente al pasar.
• Podéis llevar mascotas siempre que vayan con la correa. Para visitar el monasterio deben ir en transportín o similar.
• No se puede comer en el recorrido del parque, tampoco fumar ni arrojar monedas o cualquier otro objeto al agua.
Otro aliciente yendo al Monasterio de Piedra con niños es la exhibición de Aves Rapaces, pero desde que surgió el covid está cancelada y de momento no hay nada claro sobre cuando se podrá recuperar, tenedlo en cuenta y no hagáis como yo, que le dije al niño que lo iba a ver y se quedó con las ganas.
De todos modos, aunque esa pequeña parte de la visita no sea posible realizarla, el resto es impresionante y con atractivo más que suficiente como para que no lo echéis de menos.
Disfrutad mucho de la visita y respetad el entorno.