El refuerzo positivo como mejor recurso educativo.
Los que son muy jóvenes no lo recordarán, pero hubo un tiempo en el que era muy repetida la frase «la letra, con sangre entra» en el mundo educativo. Algo que por fortuna para nuestros niños, ya quedó muy atrás en el pasado en la mayoría de las escuelas.
Hoy en día se usan otros métodos con mejores resultados: Apuestan por el aprendizaje basado en el juego, cambian los libros por pantallas, y presentan los temas en proyectos atractivos. Además, las clases de apoyo escolar se han reinventado para adaptarse a las nuevas tecnologías y preferencias de los niños a sabiendas de que es la clave del éxito.
El refuerzo positivo en la educación.
Si preguntáis a vuestros padres y abuelos por su etapa escolar seguramente os dirán que en su época les hacían hincar los codos y memorizar libros y cuadernos sin conocimiento. Hablamos de unos años en los que también era común dejar por imposibles a los que no sacaban buenas notas en lugar de darles un apoyo extra para motivarlos. Y os lo dice una que estaba más tiempo en el pasillo que en clase, para que no molestase con mi cháchara al resto. Sobra decir que me costaba mucho aprender y entender cuando siempre estaba castigada fuera.
Un buen profesor es aquel que es capaz de hacerse entender por todos sus alumnos, captar su atención y estimular su aprendizaje. Un mal profesor es aquel que da por perdidos a los alumnos menos atentos y no se molesta en recuperarlos.
Mi hijo tiene la suerte de acudir a una escuela rural pequeña donde la atención es casi individualizada y no se da por perdido a ningún niño. Aquí hacen uso de todo su ingenio y sus recursos para lograr atraer la atención de cada alumno.
Por ejemplo, hace un tiempo el mío estaba muy distraído y desinteresado hasta que comenzaron a centrar sus tareas y lecciones a su tema favorito: monstruos y dinosaurios. Un pequeño gesto que lo motivaba y que se notó rápidamente en sus avances.
¿En qué consiste el refuerzo positivo?.
El refuerzo positivo en la educación es aquel que consigue resultados satisfactorios a base de premiar, alentar y elogiar a los alumnos en lugar de hacer empleo del castigo y de las frases negativas o desmotivadoras.
Ejemplo:
– Refuerzo positivo: Has mejorado mucho, ¡la próxima vez seguro que estará perfecto!.
– Refuerzo negativo: Siempre te sale mal, así no vas a mejorar nunca.
Con el refuerzo negativo los niños optan por dejar de intentarlo por miedo al fracaso, se sienten humillados ante las críticas y dan por hecho que no valen para nada, así que ¿para qué intentarlo?.
En cambio, un refuerzo o estimulación positivos traen consigo numerosos beneficios para cada alumno y para el aula completa:
· Fortalece su autoestima. A nadie le gusta estar recibiendo críticas por su trabajo, y a los niños les afecta mucho en su autoestima si se les machaca resaltando solo lo que hacen mal. Un estímulo positivo afectará directamente a su autoestima, confianza y seguridad. Potenciará sus ganas de aprender y de al menos, intentarlo sin miedo al fracaso.
· Aumenta la motivación. El hecho de no recibir comentarios de mal gusto o castigos sumado a pequeñas recompensas por el esfuerzo, les dará la suficiente motivación para tener constancia y mantener el interés.
· Estimula el esfuerzo. El simple gesto de reconocer su esfuerzo, ya sea mediante pequeños premios o mediante elogios, hace que los alumnos vean valorados sus esfuerzos aunque los resultados no sean del todo perfectos. Conviene premiar el esfuerzo, independientemente del resultado.
¿Cómo se hace el refuerzo positivo?.
Veamos algunos ejemplos de cómo podemos aplicar una estimulación positiva con pequeños cambios significativos en nuestra forma de hablar y actuar con ellos. Esto es igual de válido en el aula como en casa, para lograr buenas conductas.
· Elogios y palabras alentadoras: los niños se vienen arriba con los elogios, no nos cuesta nada dárselos. Hay que fomentar el interés y el aprendizaje y para ello podemos elogiar sus esfuerzos aunque sus resultados no sean perfectos.
· Estímulos en lugar de castigos y prohibiciones: una vez que nos acostumbramos a usar un lenguaje positivo en la educación, será más fácil que nos salga de manera natural. Un pequeño cambio en las frases para darles la vuelta: Cambiar «si no haces los deberes no sales» por «cuando termines los deberes puedes ir a jugar».
· Pequeños premios y recompensas: busca algo que atraiga el interés de tus alumnos. Puede ser más rato de patio, unos cromos que les gustan, una sesión de película o un taller al aire libre. Cuando lo encuentres, empléalo en un sistema de recompensas para motivar a toda la clase. Trata de que sea algo colaborativo, por ejemplo puedes decirles que todos tendrán 10 minutos más de patio una mañana si la clase supera un objetivo. Conseguirás que entre todos se ayuden para lograr ese objetivo.
Adaptándose a las nuevas tecnologías.
Los niños de ahora han nacido sin duda en la era de la tecnología, es absurdo tratar de que no la usen. Por el contrario, debemos utilizarla en nuestro beneficio. Por poner un ejemplo, en un aula con pizarra digital, salen más voluntarios que con una pizarra normal.
También se nota un mejor aprendizaje cuando se usan apps educativas y no cuadernos apara copiar lecciones palabra por palabra.
A la hora de precisar clases particulares también he visto más beneficios cuando son en formato multimedia adaptándose a sus horarios, disponiendo de un medio que les atrae irremediablemente como es una tablet o un ordenador, y organizando cada clase de forma individual en base también a los intereses y gustos de los alumnos.
¿Clase particular online?
¿Habéis probado las clases particulares online? Nosotros nos estrenamos el año del confinamiento con muy buenos resultados y sobre todo, con mucho interés por parte del crío.
En plataformas como GoStudent nos ofrecen el profesor particular ideal para cada estudiante. Esto lo consiguen gracias precisamente a su formato no presencial, que les permite tener en su plantilla a más de 15.000 mil profesores particulares, con lo cual hallar el que más encaje con tus hijos es más fácil. Sus profesores tienen que superar distintas pruebas para entrar en la plataforma, y no solo académicas: también valoran sus aptitudes personales y pedagógicas, ya que buscan profesores que sientan pasión por lo que hacen para que apliquen ese refuerzo positivo del que hablamos a sus alumnos y logren de ese modo su objetivo.
Siempre he defendido las clases particulares individuales frente a las clases de refuerzo en grupo. Creo que si en el aula con otros niños no encuentran la concentración suficiente para entender todo y necesitan un extra de apoyo, ese extra debe ser así, de forma individual para que sepa donde están los fallos, donde debe hacer hincapié y como puede motivar a ese niño.
La tasa de éxito de las clases individuales personalizadas es mucho más alta que las genéricas en grupo y también cuentan con menor porcentaje de absentismo y abandono por parte del alumnado. En GoStudent el profesor trata de crear un vínculo con el alumno para que esa confianza generada los lleve al éxito.
Podéis solicitar una clase de prueba gratuita y así verlo por vosotros mismos. Cuando veáis que los niños no se despegan de la pantalla y centran su atención en su profesor, veréis las clases online con otros ojos.
Un buen profesor que sepa como hacer uso del refuerzo positivo es capaz de conseguir captar la atención del alumno más distraído y obtener buenos resultados.