¿Cómo afecta una mudanza a los niños?. Florette, la historia de un gran cambio.

¿Cómo afecta una mudanza a los niños?

¿Habéis hecho alguna vez una gran mudanza?. No hablo de cambiarse de una casa a otra dentro de un mismo núcleo, sino de cambiar por completo de ciudad, comunidad, e incluso de país. En mi infancia y juventud tuve nada más y nada menos que 23 mudanzas, 6 de ellas cambiando de ciudad y el resto repartidas entre distintos pueblos. ¿Mi opinión sincera? Fue horrible, demasiados cambios con lo pequeña que era y muy poca estabilidad.

Las mudanzas suelen significar nuevos comienzos y a veces van cargadas de ilusión y alegría, pero otras veces son un tormento. Cuando hay niños una mudanza debe de ser muy meditada pues les afecta mucho un cambio así, más de lo que creemos (hablo por mi experiencia).
En ocasiones no hay nada que pensar porque por la situación laboral no queda más remedio que cambiar de ciudad, pero otras veces se hacen impulsadas solo por querer un cambio y no somos del todo conscientes de lo que eso significa para los niños.

Yo misma sé que algún día nos tendremos que volver a la ciudad. Vivir en el pueblo con el niño tan pequeño es una ventaja para él, pero a medida que crezca son más las carencias que los beneficios y acabaremos volviendo. Y eso me asusta y me da pena a partes iguales porque aunque no estamos muy lejos, el niño se ha criado aquí, tiene a todos sus amigos en el pueblo y sé que ese cambio no le va a gustar, pero aquí no hay mucho futuro para él, ya que este pueblo es uno de esos de la España vaciada que irremediablemente va muriendo poco a poco.

Por eso hoy quiero hablaros de este tema y de paso recomendaros un cuento muy apropiado, el causante de que me haya parado a pensar en todo esto ahora: Florette.
Florette está editado por Picarona editorial y nos cuenta la historia de un gran cambio, de un nuevo comienzo en una gran ciudad y de una pequeña que no se siente a gusto en ella.

Florette, la historia de un cambio.

Florette

Cuando la pequeña Mae y su familia se mudan a vivir a la gran ciudad, la niña echa de menos su jardín, escuchar el canto de los pajarillos en los manzanos, que las mariposas revoloteen a su alrededor… La ciudad es gris, está llena de edificios enormes y apretujados y ni siquiera en el parque hay un poco de verdor. Sin embargo, parece que incluso en ese escenario, la naturaleza logrará abrirse paso. ¡Y Mae la ayudará!

florette - mudanzas con niños

Ficha técnica.

Título: Florette
Textos: Ana Walker
Ilustraciones: Ana Walker
Editorial: Picarona.
Temática: naturaleza, emociones.
ISBN: 978-84-9145-430-4
Detalles: 40 págs, 24 x 27 cm

 

florette picarona

No sabemos de donde venía Mae, pero suponemos que de un sitio bonito en el campo o algún lugar con mucha naturaleza cerca porque al mudarse con su familia a la ciudad extraña terriblemente su jardín y no ve la forma de crear uno entre tanto edificio apretujado.

En esa nueva ciudad no hay praderas, no cantan los pájaros en los árboles y no están sus amigos. No hay mariposas a las que perseguir, y las que ella dibuja en el asfalto se van con la lluvia.

florette picarona

Mae extraña terriblemente su otro hogar y no le gustaba esa ciudad de asfalto y hormigón con una casa llena de cajas de mudanza.
Entonces un pajarillo de manzano se acerca a ella en un parque y la guía hacía el interior de un maravilloso bosque. Un bosque con puertas y cristales que lo mantienen cerrado, porque Mae ignora que su bosque es en realidad una floristería.

florette picarona

Aun así no se deja vencer, y coge un pequeño brote que escapaba tras una hendidura del bosque de cristal y comienza a cuidarlo con amor para que crezca fuerte y sano. En ese tiempo vemos como Mae ya no está sola, otros niños la están ayudando en su labor, creando el jardín de Mae y sacándola de la melancolía por su hogar. Mae había hecho amigos, tenía un propósito y estaba encajando en esa ciudad.

Sobre la autora:

Anna Walker es escritora, ilustradora y diseñadora. Le gusta tejer animalitos con lana, hacer cerámica y estar en su casa acompañada de su familia. Florette está inspirado en el bosque que Anna descubrió en un escaparate de París, durante unas vacaciones familiares.

¿Cómo afectan las mudanzas a los niños?

Cuando los niños son aún bebés que apenas socializan más que con su entorno más cercano las mudanzas son más fáciles porque apenas se enteran y se adaptan muy bien. El problema llega cuando los niños tienen edad de socializar, van a la escuela y tienen su grupo estable de amigos. Ya ni os cuento lo mal que se pasa cuando eres adolescente y ves como en un segundo pierdes todo lo que conoces.

Yo sufrí múltiples mudanzas desde los 6 hasta los 17 años, momento en el que me planté y en el siguiente cambio de ciudad decidí quedarme donde estaba y que continuasen sin mí. Ya no lo soportaba más.
Obviamente os hablo de un caso extremo, no es lo normal que un niño tenga que sufrir cambios de ciudad casi cada año, pero aun así un gran cambio como ese les afecta y debemos prestar mucha atención a sus sentimientos y emociones.

mudanzas con niños

Al principio no me preocupaban mucho esos cambios, cuando era pequeña los llevaba más o menos bien y para mi era incluso una aventura o novedad el cambiar de ciudad, de escuela, de ambiente. Pero luego crecí, y estaba en esa edad tonta en la que son muy necesarios tus amigos y comencé a pasarlo muy mal con cada cambio. No existían los móviles ni internet por lo que perdí el contacto con todo el mundo y jamás conservé amigos de la infancia o de la juventud a causa de ello. Es algo que a día de hoy me sigue afectando.

Por eso dejadme que os diga que os penséis mucho un cambio así cuando tengáis la opción de elegir y haya críos de por medio. Alejarlos de su hogar, de sus amigos, de la familia y de la escuela puede ser un gran trauma para ellos.

Florette nos enseña la historia de Mae, la historia de un cambio que acaba bien, porque ella pone de su parte para que sea así y aunque al principio se muestra negativa y apática, sale adelante y logra hacer un nuevo hogar en la ciudad, tener nuevos amigos y ser feliz.
Los cambios son así de impredecibles, unas veces son para mejor y otras… son un pequeño desastre que hay que saber gestionar.

Las mudanzas son estresantes para los adultos, pero para los niños también. Trasladarse a otra ciudad implica que dejen todo atrás: amigos, entorno, recuerdos. Y a menudo pierdes también tus efectos personales o tus muebles por la imposibilidad de llevarte todo.
Todo junto es una gran bomba de relojería, es muy triste ver que no tienes nada de tu infancia, ni una muñeca, ni un juguete, un libro o una foto.

¿Podremos volver de visita?. Es una pregunta importante porque lógicamente si hay posibilidad de volver a menudo de visita y poder estar con sus amigos y familia en su hogar lo hace más llevadero. Cuando esa posibilidad no existe al menos en largas temporadas, habrá que tratar de buscar otra compensación para ellos: la promesa de videollamadas con sus amigos, unas horas a la semana para hablar con ellos por el móvil etc.

Consejos para una gran mudanza con niños.

mudanzas con niños

No dejéis que la mudanza les pille por sorpresa y se enfaden con vosotros, hablad del tema con tiempo e id explicándoles cómo va a ser su nuevo hogar, a cuánta distancia estará, las cosas bonitas que habrá allí.

Si son adolescentes el cambio será terrible para ellos. Tratad en la medida de lo posible de darles algunas ventajas como la elección de fechas para irse y que pueda despedirse de sus amigos.

Cuando el cambio implica que no podáis llevaros toda la casa a cuestas la cosa se complica, dejad que se lleven al menos una caja o maleta de lo que ellos elijan entre sus pertenencias. Y si es posible, dejad que conserven lo más valioso para ellos en casa de un amigo o familiar a la espera de recogerlo algún día.

Es habitual que ante un traslado los niños se pongan rebeldes, desobedezcan, lloren y peleen con vosotros por todo. Es su manera de mostrar su disconformidad y toca tener paciencia y hablar mucho con ellos, pero sobre todo escuchar.

Si hay posibilidad, dejad que participen en la elección de la nueva casa. Que vayan con vosotros a verlas o que puedan tener fotografías y opinar. Aunque la decisión esté tomada, hacedlos partícipes de ello, seguro que se os ocurre como «conducirlos» a vuestra elección para que sientan que han participado en ella.

Que puedan elegir habitación y decorarla a su gusto será otro punto a vuestro favor, ya que el cambio es inevitable al menos que tengan una ventaja de ello y una ilusión puesta en ese cambio.

Nunca ignoréis sus sentimientos.

Es la base para comenzar con buen pie en un nuevo lugar. Nada de resentimientos, culpas o reproches si tratamos de tener en cuenta los sentimientos de los críos, tengan la edad que tengan.

Esto no garantiza que todo vaya a ir sobre ruedas y que estén encantados de dejarlo todo atrás, pero se sentirán comprendidos, escuchados y acompañados. Y os lo dice una que perdió todo con cada mudanza, desde los amigos hasta los objetos personales, y jamás se tuvo en cuenta mi opinión ni mis sentimientos.

emociones y sentimientos

Amanda Gummer, psicóloga infantil nos dice: «Los niños se centran más en lo que están perdiendo (amigos, colegio, profesores, su dormitorio) que en lo que van a ganar al mudarse a otro lugar».
Esto es una realidad, y si tenéis adolescentes puede ser todo un drama.
Habladlo, escuchadles, hacedles partícipes del cambio y si es necesario, que hagan terapia para afrontar ese cambio.
Tratad de organizar en la medida de lo posible visitas al lugar de origen, a los familiares y amigos que dejamos atrás. Pero al mismo tiempo, colaboremos para que hagan nuevos amigos, ya que es importante que se adapten al nuevo hogar y comiencen esa nueva vida.

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