Óscar, el unicornio hambriento, se come la Navidad.
Si os gustan los unicornios y la Navidad, estáis de suerte porque vengo con ambos. Eso sí, quizás no sea la típica lectura navideña con más dulce que una caja de donuts. Bueno, dulces si hay, pero el protagonista se los come junto a todo lo que se le pone por delante.
Óscar se come la Navidad.
Es Nochebuena y Óscar, el unicornio, está muy hambriento. Ya se ha comido los adornos, el árbol, los calcetines… ¡Y también la comida mágica que permite que los renos de Papá Noel puedan volar! ¿Y ahora qué? ¿Cómo repartirá los regalos? ¿Podrá regresar al Polo Norte?

Ficha técnica.
Título: Óscar se come la Navidad
Textos: Lou Carter
Ilustraciones: Nikki Dyson
Editorial: Picarona
Temática: Navidad.
ISBN: 978-84-9145-400-7
Detalles: 40 págs, 25 x 25 cm
Óscar es un unicornio atípico, nada que ver con los unicornios a los que estamos acostumbrados con su porte y elegancia, educados y amables.
No señor, Óscar es lo que en mi pueblo se llama un tarugo. Un unicornio que no hace otra cosa que tragar y tragar sin tener fondo y que no tiene reparos en comerse la Navidad entera.
Comienza con los calcetines para seguir después con los adornos del árbol, los regalos y la comida mágica de los renos dejando así a todo el mundo sin sus regalos de Papá Noel.
Menos mal que a la princesa Oola se le ocurre algo para salvar la Navidad y quizás salvar también a Óscar del desastre. Ahora él tendrá que ayudar a Papá Noel a repartir sus regalos.
El unicornio egoista.
Tenía bastantes expectativas con el cuento pero lo cierto es que me ha dejado descolocada y decepcionada. ¿Un unicornio egoista que no recibe consecuencias por sus actos?. La verdad es que no he llegado a cogerle el punto y el peque tampoco entendió muy bien el fin de la historia.
Si lo miramos únicamente como un cuento con el que reírte y entretenerte desde luego aprueba, ¿a qué niño no le gustaría un unicornio que no sigue las normas?.
Ahora, si nos ponemos a mirar el trasfondo no lo veo muy lógico. El unicornio se porta mal comiéndose la Navidad entera pero no recibe castigo ni más consecuencia que la de tener que repartir los regalos el mismo, otro desconcierto porque supuestamente se había comido los regalos así que mi hijo preguntó: ¿De dónde los han sacado?. Y lo mismo me preguntaba yo, pero bueno, habrá que agradecérselo a la magia de la Navidad.
Lo cierto es que me esperaba que hubiera algo más, una especie de castigo que hiciera darse cuenta a Óscar de lo mal que había actuado y le hiciera recapacitar pero lo cierto es que una vez acabado siguió comiéndose todo. Quizás eso simplemente nos recuerde que no se puede domesticar a un unicornio.
La historia no está mal si la miramos como una historia de humor, pero tiene algunas lagunas e incongruencias cuando hablan de que Óscar ha salvado la Navidad y en realidad se la comió y se la sigue comiendo.
No dudo que las historias de Óscar encanten al público infantil porque de hecho este es ya el segundo título e insisto en que como historia de humor puede estar bien, pero deja algunas dudas en el aire que quizás un niño más pequeño no se planteé pero en mi casa si han surgido.
Desde luego si lo vemos con los ojos de un niño que lo último en lo que piensan es en que un cuento les enseñe valores o educación, es un cuento ideal porque todo lo que se salte las normas o se salga de lo común para ellos es divertido.
Y al fin y al cabo es un cuento para niños y el público al que debe gustar es precisamente al más pequeño y eso yo diría que lo cumple sin problemas.
Mi hijo puede que no entienda los actos de Óscar y la ausencia de consecuencias que le hagan redimirse, pero le gusta que sea un unicornio pasado de peso, gamberro, y que lleve el mismo nombre que él.
A veces hay que ver los libros tan solo como historias que entretengan o nos hagan evadirnos, y no tratar de buscarle una lógica o un trasfondo.
No hemos leído el primer título pero lo cierto es que tiene buenas recomendaciones, como la de mi compañera y experta en libros infantiles Eva de Pekeleke así que creo que Óscar merece que en casa le demos una segunda oportunidad y leeremos también esa primera historia.
Quizás lo que le ocurra a este peculiar unicornio es que no le gusta mucho la Navidad y por eso es un poco Grinch ;).
Sobre los autores:
Lou Carter empezó estudiando medicina pero acabó siendo maestra de primaria antes de dedicarse a escribir cuentos. Este es el segundo título con Óscar como protagonista pero también ha escrito el popular «En este cuento no hay ningún dragón» o «El puchero pirata», ambos con la editorial Picarona.
Nikki Dyson vuelve a dar vida al singular unicornio al que sin duda retrata tal y como Carter nos lo describe: un unicornio vago, con sobrepeso y una gran indiferencia que se deja ver en sus gestos mientras va destrozando la Navidad.