Vampira de biblioteca: El ataque polilla. Ledicia Costas

El ataque polilla. Loqueleo

Con la curiosa afición de mi hijo por todo lo que tenga que ver con monstruos, fantasmas, cosas espeluznantes y demás sucesos paranormales o películas de miedo, no era de extrañar que me aventurase a escoger para él este libro a sabiendas de que le podría gustar.

Ledicia Costas (Escarlatina, la cocinera cadáver) ha creado a una peculiar vampira poco convencional y amante de los libros de la biblioteca donde vive que se enfrenta a un serio problema para preservarlos..
Para leer su historia, tendremos que pasar «la prueba».

Esta no es una historia cualquiera. Es mi historia. Te preguntarás quién soy yo. Me llamo Eleonora, soy una vampira y me dedico a comer los insectos que roen las páginas de los libros de la biblioteca donde vivo. Así que, si eres de esas personas que no creen en la existencia de criaturas como yo, es mejor que cierres este libro, que lo coloques en una estantería y te olvides de todo esto para siempre. O también puedes continuar. Pero para ello debes confiar en mí y superar una prueba. ¿Te atreves?

Ficha técnica.

Título: Vampira de biblioteca. El ataque polilla
Textos: Ledicia Costas
Ilustraciones: Victor Rivas
Editorial: Loqueleo.
Temática: amistad, convivencia.
ISBN: 9788491223832
Detalles: 176 págs, 20 x 14 cm

Eleonora, vampira de biblioteca.

Sin duda Eleonora está al nivel de Escarlatina y Esmeraldina, otras protagonistas de historias escritas por Ledicia Costas.
La joven Eleonora es una vampira, pero una de las raras con su intolerancia a la sangre.

el ataque polilla

Así que en lugar de beber sangre bebe tinta.
Eleonora vive en la Biblioteca de la Universidad de Coímbra y se come a los molestos bibliógrafos, bichitos que se alimentan de libros. Pero también vive de la tinta y por eso a veces en los libros desaparecen índices y números de las páginas de los libros que la rodean.

Pero no está sola contra los miles de bichitos comelibros que habitan en la biblioteca y que se reproducen sin cesar, porque en ella hay una enorme colonia con 333 murciélagos que llevaron expresamente para que mantuvieran a raya a los bichos comelibros.

Y así vivía Elelonora con sus amigos y haciendo lo que le gustaba, hasta que una noche se encuentran con un inusual ataque de polillas. Un polillón de un tamaño descomunal no solo quería comerse los libros, además había provocado y retado a Eleonora y sus murciélagos avisando de que a partir de entonces mandaba él.

el ataque polilla

Nunca me ha gustado eso de destripar los libros enteros, solo os diré que nuestra vampira bibliotecaria crea una amistad muy bonita con una familia de humanos que la ayudaron a salvar todos los libros del ataque de las polillas. ¿Y cómo lo hicieron? pues eso… no os lo puedo decir, tendéis que pasar la prueba de Eleonora y leerlo vosotros mismos.

Distinta, chispeante y peculiar.

Pero Eleonora, Leo para los amigos, a pesar de presumir de no tener corazón si que tiene sentimientos y podemos ver que a veces se siente sola a pesar de estar con cientos de murciélagos. Igual que su nuevo amigo Marciano, «el señor del pijama de aguacates» que descubrió a Leo cuando trataba de salvar los libros y que curiosamente no se asustó al conocerla.

Marciano tiene dos nietos «idiotizados» con las consolas como muchos chavales de hoy en día que prefieren jugar con maquinitas a leer un buen libro.
Quizás todo cambie ahora que Leo ha llegado a sus vidas y les pide su ayuda para salvar los libros de la biblioteca. ¿No creéis?

Vampira de biblioteca es un libro recomendadísimo para los chavales de 8-10 años que estén perdiendo el gusto por los libros. Y para los demás, también.
Nos enseña sin presionar lo malo de dejarnos idiotizar con las pantallas y lo bonito que sería en cambio dejarnos llevar por los libros.

También me ha llegado directo al corazón el abuelo Marciano, quién confiesa que se siente solo a pesar de vivir con tanta familia
Los nietos no se despegan de sus maquinitas, la hiaja y el yerno le hacen poco caso, y en general el hombre solo busca algo de atención y cariño.
Adoro ese final feliz en el que Leo sin proponérselo consigue «reunir» al abuelo con sus nietos en sus aventuras.

¿Quién puede ser mejor ejemplo para inculcar el amor por los libros a los niños, que Eleonora la vampira de biblioteca?

Sobre los autores:

Ledicia Costas colecciona fotos en cementerios. A unos nos gusta hacer fotos en monumentos y a ella, en camposanto. Con esa peculiar afición no es de extrañar que su primer gran éxito tuviera también un tema peculiar: Escarlatina, la cocinera cadáver.
Una historia juvenil muy chispeante que desmitifica el mundo de la muerte y que le otorgó el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 2015.

Victor Rivas siempre supo que lo suyo era dibujar, y nada más acabar el servicio militar se lanzó de cabeza a cumplir ese propósito y lo logró.
Acompaña a Ledicia en varias historias de sus peculiares personajes.

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