¿Comprar online o en tienda física?. ¿Qué es lo más seguro para todos?

El comercio online es imparable. Desde organizar un viaje hasta hacer la compra, ahora todo lo podemos pedir a golpe de clic. Para los que vivimos en lugares remotos y pequeños donde no existen otras alternativas la venta electrónica se ha convertido además en la única salida y el ahorro de tener que coger el coche para acercarte a otra ciudad.
En mi pueblo solo hay una tienda de esas de toda la vida, con alimentación y algo de droguería además de una carnicería que también tiene fruta y pescado. La ciudad está a 35km, pero nuestro negocio (en circunstancias normales) nunca cierra así que no hay tiempo de ir «de compras».
Así que aquí la respuesta a la pregunta «¿Prefieres comprar online o en tienda física?» es clara, tengo que hacerlo si quiero otras cosas que no sean comida.

Pero ahora estamos en una situación especial, distinta y complicada: Confinados por un virus que nos asusta y ataca sin piedad.
Y aquí ha surgido un gran debate para el cual yo pienso que no hay una respuesta del tipo «blanco o negro», hay toda una escala de colores en medio.

¿Comprar online o en tienda física?

Al principio como la mayoría, yo pensé que debía evitar a toda costa las compras online para evitar exponer al repartidos, a los mozos de almacén o a quien pudiera estar en contacto con nuestros pedidos. Y también por la duda sobre la procedencia del paquete. ¿Quién lo habrá tocado?, ¿dónde habrá estado?.
De modo que evité comprar por internet y solo compramos en la tienda del pueblo. Todo lo demás, toca aguantarse y no comprar hasta que se pueda salir.
Iban a ser 15 días, era fácil.

Pero ya no son 15 días. Ahora tenemos claro que serán meses. ¿Cuántos?, no se sabe. Pero se van necesitando cosas que no podemos comprar aquí, y como en muchos hogares, va faltando comida y arena para los gatos, pañales… cosas que quizás no parezcan «esenciales» pero lo son si hablamos de dos meses confinados, como la tinta de la impresora o calcetines nuevos porque el niño los rompe todos y no le quedan (verídico).

Y entonces me tocó pedir la arena y comida de los gatos. Y cuando llegó el repartidor, le pedí perdón por hacerle venir, pero le dije que no tenía forma de conseguirlo aquí.
Su respuesta es lo que me ha llevado a escribir esto.

Me respondió que la iniciativa de que nadie compre nada en el comercio online los estaba arruinando. Pequeños autónomos que tienen servicios de paquetería, negocios cerrados cuyo único canal de ingresos ahora es la venta online, mensajeros por cuenta propia que solo cobran si trabajan… todos ellos son también afectados, si dejamos de comprar online ellos no trabajan, no ganan. Pero sus facturas siguen llegando. Pagan empleados, autónomos, camiones de servicio…
Unos se recuperarán cuando esto pase pero otros tendrán que cerrar para siempre, y habrá empleados en la calle.

negocio cerrado

Ahora mismo muchos pequeños comercios se han estrenado en la venta eléctronica al ver cerrados sus negocios y su fuente de ingresos. Os he dejado citado un artículo muy interesante que nos cuenta como esas pequeñas tiendas y autónomos se están salvando gracias a sus ventas online.
Desde fruterías que antes solo vendían a restaurantes (hoy cerrados) a comercios situados tan lejos de las zonas residenciales que han perdido ventas.

Dudas, dudas y más dudas.

Uno de los motivos de la gente cuando te aconseja que no compres online es la de proteger a los empleados que hay detrás. Pero yo me pregunto, ¿Cuando vas a la tienda no estás exponiendo también a la gente que trabajar ahí?.
Por poner un ejemplo, la chica de nuestra tienda del pueblo lleva una mascarilla hecha con papel de cocina porque no hay mascarillas en el pueblo y no es fácil conseguirlas. ¿Está ella más expuesta que el repartidor que llega con guantes y mascarilla?.
Al final cuando compramos, estamos exponiendo a alguien. Ya sea los trabajadores de las tiendas o los repartidores y demás personas que hay tras un comercio electrónico.

Por otro lado, dejar de comprar online puede llevar a la ruina a muchos pequeños comercios que ahora mismo no tienen otra fuente de ingresos y a transportistas que ven mermado su trabajo.

Tampoco podemos obviar que hay mucha gente que vive sola y que están limitados a la hora de salir o están contagiados y no pueden hacerlo. Para ellos la compra online es la única alternativa cuando no dispones de nadie que te haga la compra.

Lo que quiero decir con esto es que no podemos juzgar todo tipo de venta online, porque si dejamos de comprar, mucha gente se queda sin ingresos y sin trabajo. Pero si compramos, nos arriesgamos a exponer al que reparte y a nosotros mismos. No hay una solución 100% segura para todos.

Comprar con cabeza.

Por eso mi postura es la de no renunciar a unos ni a otros pero usar la cabeza. Igual que no se me ocurre ir a la tienda a por un bote de tomate, tampoco pido por internet unas gomas del pelo.
Lo que puedo, lo compro en el pueblo saliendo una vez cada 8-9 días y lo que necesito fuera, intento que sean pedidos grandes o unificarlos.
De ese modo estoy tratando de exponer lo mínimo a ambas partes, pero también ayudo a que los que viven del comercio online no lo pierdan todo.
Nosotros tenemos negocios de turismo que como podréis imaginar tardarán en recuperarse así que entiendo muy bien lo que es ser autónomo y no tener ingresos.

¿Cómo comprar online de forma segura para ti y para ellos?

Nosotros no podemos controlar lo que ocurre en los almacenes y centros de logística pero sí lo que pase en la puerta de nuestras casas. Los repartidores están tomando una serie de medidas en estos días para minimizar todo lo que se pueda los riesgos de contagiarse o contagiar.

· No los hagas subir a casa, ni entrar al portal si es posible. Queda con ellos por teléfono para que lo dejen en la puerta y tu estés ahí para recogerlo.

· Si en el edificio hay ascensor úsalo como montacargas para enviar la comida sin que compradores y repartidores estén en contacto, algo que ya se está haciendo con las principales agencias de transportes y pedidos online.

· Procura no acercarte al repartidor, en los casos en los que no sea imprescindible tu firma, que ellos marquen el visto bueno.

· Si vas a pedir a distintos comercios hazlo el mismo día, e incluso si da opción a elegir la compañía de transportes, elige siempre la misma, de ese modo quizás las empresas puedan realizar tu entrega el mismo día y no tener que volver.

Yo no puedo deciros que compréis o dejéis de comprar. No soy quien para hacerlo, y desde luego no es mi intención poner en riesgo a unos u otros. Pero como autónomos que somos, pienso mucho en todos los comercios y autónomos que están perdiendo ahora todo, y no puedo evitar pensar que si todos decidimos no comprar nada online, muchos se verán perjudicados y algunos, irremediablemente.

Por eso mi intención no es la de decir «ey, ¿recuerdas ese libro que querías leer? ¡pídelo online!.
Nada más lejos de la realidad, insisto: Procura pedir solo cosas realmente necesarias, unificar pedidos y seguir las indicaciones de seguridad a la hora de recoger pedidos.
Hay que ayudar al pequeño comercio y a las tiendas de barrio, pero también al pequeño autónomo y comercios online.
Pedir sushi para cenar esta noche en casa no es esencial ni responsable, pero pedir comida para una persona que viva sola y no puede salir es necesario.
Hagamos lo que hagamos, usemos siempre la cabeza.

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