Cirugía estética para cambiar tu aspecto, ¿lo harías?.
En el 90% del blog hablo del niño. Sus gustos, intereses, alguna anécdota, los libros que leemos o los planes que hacemos. Tengo muy en cuenta siempre sus emociones y sentimientos, y no son pocos los cuentos que leemos juntos para mejorar su autoestima, confianza y amor propio. ¿Pero qué pasa conmigo?.
La verdad, me considero una persona feliz y satisfecha con lo que tengo. Pero a veces surge el debate, ¿cambiaría algo de poder hacerlo?. Y no, lo de cambiar al marido por uno más millonario no cuenta.
La semana pasada hablábamos entre amigas de los cambios, en concreto del aspecto físico. A mi era algo que jamás me había preocupado porque tengo una buena genética. He llegado (casi) a los 40 con una talla 36, sin kg de más y una piel bastante buena. Pero es cierto que desde hace un par de años mi cuerpo ha cambiado, y no me considero gorda ni creo que me sobren kg, pero si que el cuerpo ha tomado otras formas y es algo que no me acaba de gustar.
¿Me gusto tal y como soy?.
Desde que era pequeña siempre me ha acomplejado mi nariz. Hago chistes por su tamaño, me río de mi misma, pero en el fondo no me gusta. Siempre tuve en mente pasar por el quirófano y cambiarla pero lo admito, me da mucho miedo.
Obviamente hay muchas clínicas de estética totalmente confiables donde podría hacerlo sabiendo que todo saldría bien, pero como jamás he pasado por un hospital salvo para tener a mi hijo, es terreno desconocido para mi y me da respeto.
Siempre predico que los niños tienen que quererse tal y como son, aceptarse y tener confianza. ¿Por qué no me lo aplico yo?. Podría decir que sí, me acepto tal y como soy, pero siempre estaría ahí el «pero…». «Pero mi nariz no me gusta».
Puedo vivir con ello, sé que no es para tanto, pero hay personas que tienen complejos que no logran superar y que dañan terriblemente su autoestima y afectan a su vida.
Recuerdo haber visto un reportaje sobre el aumento de pecho donde las mujeres que lo habían hecho contaban que ahora por fin se atrevían a ponerse un bañador, a salir con chicos, a mirarse en el espejo.
¿Les ayudó la operación a llevar una vida más feliz?. Sin ninguna duda así es. Es muy fácil estar en contra de la cirugía cuando no tienes complejos, pero recordemos que a muchas mujeres (y hombres) eso les puede llevar a una depresión, a aislarse del mundo, e incluso a no querer vivir.
¿Recurriría a la cirugía estética?
Ahora mismo mi complejo es un invitado no deseado que ha aparecido en los últimos dos años: el temido y odiado michelín lateral, alguna vez ya he comentado que es algo que no me gusta. ¿Es algo que cambiaría? Posiblemente, pero siempre me ha dado bastante repelús pasar por un quirófano.
¿Sabéis lo que es el lipolaser?. Para las que tememos a las anestesias y nos da pánico el proceso de la liposucción convencional desde luego es una gran opción porque no es invasivo. Así que como veis, si antes de existir esta técnica juraba que jamás me haría un tratamiento así, hoy ya empiezo a pensar que no es tan malo y que podría hacerlo.
He intentado cambiar mi alimentación, mis hábitos, hago yoga y hulaerobic para ver si desaparecía, ando bastante y me muevo mucho. Kilos de más no tengo, no es exceso de peso y estoy dentro de mi IMC ideal. Creo que simplemente mi cuerpo ya está acercándose a los 40 y por algún lado tiene que desbordarse ;D.
Desde que ese odioso michelín se instaló he leído bastante sobre las formas de eliminarlo y una vez descartadas las naturales, irremediablemente llegas a la cuestión: ¿Usar cirugía o no?. Nunca me ha gustado pensar en una liposucción desde que vi un reportaje demasiado explicito de como se hacía pero ahora mismo hay otras técnicas menos invasivas.
Siempre tengo presente que no puedo decir «de este agua no beberé ni este cura no es mi padre» porque una de las virtudes del ser humano es la de poder cambiar de opinión.
De pequeña siempre tuve complejo de poco pecho, y aunque eso es algo que ya no me molesta lo más mínimo, en la adolescencia lo pasé francamente mal, sobre todo por los comentarios de los demás.
No usaba bañadores, no iba a la piscina, llevaba los brazos cruzados todo el tiempo… no quiero imaginar eso en alguien que nunca lo supera. A día de hoy si eso fuese importante, creo que lo operaría sin dudar.
Entonces, ¿cirugía estética sí o no?
Creo que la cirugía estética puede ayudar notablemente a mujeres y hombres con grandes complejos y hacer que su autoestima crezca cuando no lo consiguen a causa de su rechazo a sí mismos. Pero también creo que hay una fina linea entre hacerse un retoque que mejore tu vida y caer en la adicción de los retoques.
Por ello cualquier cambio que hagas debería de ser muy analizado, muy meditado y con la mente muy clara: un retoque no debe ser el pistoletazo de salida para cambiar toda tu apariencia y acabar por no reconocerte en el espejo.
Hoy día mis «pequeños complejos» no me impiden llevar una vida feliz, por lo que de momento no tengo urgencias en cambiar nada, pero desde luego he cambiado mi forma de pensar en este tema y si mañana me obsesionase mi nariz, el michelín o cualquier otro aspecto de mi cuerpo, sí recurriría a la cirugía si fuera necesario.