Niños, monos y modales: ¡Compórtate como un mono!.
¡Compórtate como un mono!.
La verdad, no soy la madre más estricta del mundo, ni la más obsesionada con que los niños se comporten como adultos.
Educación si, pero ser niños también. Y creo que puede haber un término medio en el cual los niños sean niños, con sus travesuras y sus fechorías, al tiempo que aprenden poco a poco buenos modales o saber estar. Todo a su tiempo.
En realidad, tengo que admitir que me gustan un poco revoltosos, para que voy a mentir.
El cuento que hoy reseñamos nos habla de buenos modales, niños, y monos. ¡Bonita mezcla!.
Cuando la vieja cuidadora del zoo coloca a los monos en una jaula junto a la zona de pícnic, no se imagina los problemas que va a causar…Resulta que a los pequeños monos, los niños les parecen fascinantes y pronto empiezan a comportarse como ellos.
¡Pero Mamá Mono no puede soportarlo! Sus buenos modales son irritantes, y echa de menos el alboroto, el ruido y la confusión. «Intentad comportaros como monos», les pide. Los niños que visitan el zoo tampoco están muy contentos…, ¡los monos educados son aburridos! ¿Qué tendría que hacer la cuidadora del zoo?
Ficha técnica.
Título: ¡Compórtate como un mono!
Textos: Heather Tekavec
Ilustraciones: David Huyck
Editorial: Picarona.
Temática: modales,comparaciones.
ISBN: 978-84-9145-329-1
Detalles: 40 págs, 22 x 25 cm
¡Compórtate como un mono!
La cuidadora del zoo traslada a los monos junto al área de pícnic y juegos infantiles. ¡Gran error!, pero eso lo descubrirá más tarde.
Enseguida a los monos les llamaron la atención los niños mientras jugaban y correteaban y comenzaron a imitarlos en algunos aspectos como por ejemplo, comer con la boca cerrada.
Mamá mono se extraña y les pide que coman cómo siempre, con la boca abierta.
Pero al hacerlo así, todos los niños se acercaban a mirarlos, y al comer con educación humana, se alejaban.
Lo mismo ocurrió cuando los monitos decidieron hacer una fila y respetar turnos para subirse a los árboles. Mamá mono estaba irritada ante esta nueva faceta tan educada de sus monitos y los monitos por su parte estaban confusos. Cada vez que se comportaban como monos los niños los observaban más detenidamente.
Dejaron de chillar, saltar, ensuciar el recinto, corretear y armar alboroto.
-¡Intentad comportaros como monos! les reprende mamá mono.
Finalmente un día llegó al zoo un grupo de niños especialmente descontrolados y con comportamientos más propios de los animales que de las personas. Comienzan a alentar a los monos para que hagan cosas de monos, se suben a la jaula, chillan, tiran basura y arman alboroto.
Ahí es cuando la cuidadora se da cuenta del error y lo corrige de una forma muy cómica. ¿Quieres saber cómo?. tendrás que leerlo, no os vamos a destripar el final ;).
Los modales no son para los monos… ¿ni para los niños?.
Puede que la historia sea un poco confusa cuando la lees por primera vez. Resulta curioso ver a unos monos tener buenos modales porque no quieren parecerse a los niños ruidosos mientras que los niños se comportan como verdaderos monos.
He dejado que el peque (7) me resuma la historia para ver su punto de vista y él ha dicho que si los niños se comportan mal, tiran basura, hacen ruido y son salvajes, se quedarán dentro de la jaula. No parece muy traumatizado por ello, parece haber comprendido perfectamente que «lo normal» es que los monos se comporten como monos y que los niños aprendan buenos modales.
Yo no quiero ser una madre con malas influencias así que no le he dicho que a mi no me importa que sea un poco mono, ahora que aún es niño y puede permitírselo.
Me parece una historia muy divertida para los pequeños. Yo me paso el día llamando mono a mi hijo porque está siempre trepando, descalzo y subido por los muebles. Realmente se puede ver reflejado en el cuento y disfrutar de la historia sin darle muchas vueltas al hecho de que en él se critique que los monos tengan buenos modales.
Imagino que Noah sabe que los monos son monos y su naturaleza es hacer el mono, no le ha dado ninguna importancia.
Quizás ese sea el mensaje, que los buenos modales son muy importantes en los niños, pero no lo son en los monos. ¿Quieren ser niños o monos?.
Las ilustraciones son coloridas y llenas de detalles, además las expresiones están muy bien retratadas y podemos ver la cara de sorpresa de los monos ante los niños o la de disgusto de mamá mono.
Aunque a mi el tipo de fuente usado me gusta mucho, al peque que ya lee pero aún lo hace con letra escolar, algunas palabras se le traban. Por ejemplo cuando le cuesta reconocer las r,l,p,s,b y d. Nada grave teniendo en cuenta que este año ya empezará a familiarizarse con todo tipo de fuentes.
Y tú, ¿quieres ser un mono o prefieres ser un niño?.
Sobre los autores:
Heather Tekavec comenzó a escribir con 11 años, motivada por todas las historias asombrosas que leía desde pequeña. Lo que la empujó a confirmar que lo suyo eran los álbumes ilustrados fue un libro sobre un monstruo verde en pijama.
Desde entonces ha escrito y publicado diversos libros y se ha llevado también algunos premios.
Como curiosidad, Heather siempre había dicho que quería tener tres hijos: un niño, una niña y un mono. Finalmente tuvo tres hijas, que a veces es como tener tres monos.
David Huyck es ilustrador de libros, cómics, postales y tanto de niños como de adultos, lo que le gusta es ilustrar para todo tipo de personas. Este es su tercer libro publicado.
David Aliaga se ha encargado de la traducción, Sara Moreno de la corrección y Montse Martín de la maquetación.