Un pequeño comanche llamado «Siempre sentado en mal sitio».

Una de indios.

Seguro que alguna vez, cuando os preguntan el nombre de vuestros hijos o de vosotros mismos, habéis escuchado algo así como «uyyy Óscar, los Óscar son tremendos». O que nos dicen lo que significa y lo asocian a su personalidad.
La verdad es que nunca me han gustado las generalizaciones, ni siquiera creo en los horóscopos, pero hay veces en las que el nombre que elegimos para nuestros hijos, «encaja» con ellos, ¿no creéis?.

No sé qué se dice de los Oscar en general, pero si nos fijamos en su descripción dice que «disfruta el momento» que sí, se podría aplicar al peque, pero al padre no tanto y se llaman igual.
Y si nos fijamos en su segundo nombre, Noah, es una variante de Noé y la verdad es que siempre hemos dicho que le pega mucho porque siempre anda con animales.
Igual van a tener razón y todo.

Eso le pasa al niño de la historia de hoy, que como si de Daniel el travieso se tratase, se llama Siempre sentado en mal sitio. Por algo será.

Siempre Sentado En Mal Sitio es un niño comanche que no entiende porque le han puesto ese extraño y largo nombre.
Le gustaría pararse a reflexionar sobre ello pero la atracción de la naturaleza que le rodea y el amor por el juego y la acción son más fuertes y siempre le distraen sus pensamientos. Hasta que un día ocurre algo que le hace de golpe comprender el por qué de su extraño y largo nombre. Entonces, decide cambiar.

Ficha técnica.

Título: Siempre sentado en mal sitio
Textos: Teresa Benéitez
Ilustraciones: Enrique Heras
Editorial: A fin de cuentos.
Temática: reflexión.
ISBN: 978-84-120914-0-3
Detalles: 24 págs, 22 x 28 cm

Siempre sentado en mal sitio.

siempre sentado en mal sitio

El pequeño Siempre sentado en mal sitio pertenece a la tribu comanche y tiene 7 años. Y como la mayoría de niños de esa edad, es algo inquieto. Bueno, quizás más que otros niños de su edad.

A veces sentía curiosidad por saber cómo era que le habían puesto ese extraño y largo nombre, pero en seguida se distraía con una mariposa, escalando a un árbol o pescando peces y se le olvidaba.

siempre sentado en mal sitio

Siempre sentado en mal sitio era un niño inquieto pero feliz, y le sucedían cosas extrañas, como esa vez que se cayó al río y casi se ahoga.
Un hombre que pasaba por allí lo rescató y le advirtió de lo peligroso que era estar mal sentado.

siempre sentado en mal sitio

¿Tendría que ver su manía de sentarse mal, con que le pusieran ese extraño y largo nombre?.

Niños inquietos, pero felices.

Teresa Benéitez nos describe al que podría ser cualquiera de nuestros hijos. Niños inquietos, movidos, que se distraen con cualquier cosa y no se paran a pensar si corren peligro de abrirse la crisma.

La diferencia es que los nuestros tienen nombres más normales como Juan, Pedro o Marcelino… nada que ver con el sofisticado Siempre sentado en mal sitio.

El caso es que el niño intenta reflexionar y descubrir el origen de su nombre, pero es absurdo, los niños, niños son y la cabra tira al monte.
Vamos, que al pequeño comanche le puede más hacer el indio y abrirse la crisma o coleccionar «heridas de guerra» que pensar en si lo que hace es temerario.

siempre sentado en mal sitioRealmente creo que se quedará con ese nombre para siempre.

Un cuento maravilloso para leer y disfrutar, sin hacerles pensar demasiado, tan solo viendo si se reconocen en ese niño y viendo como seguramente les cause gracia su naturaleza inquieta.
Perfecto para culos inquietos y mentes despiertas, aunque conviene que los papás hagamos hincapié en que no deben descuidar su propia seguridad por andar saltando o trepando en sitios peligrosos.

Las ilustraciones son de Enrique Heras, profe de infantil e ilustrador que publica su primer libro infantil junto a Teresa en su editorial, A fin de cuentos.
Destaca de ellas que son cálidas y aniñadas y claramente indican que se trata de una exquisita obra infantil. Abunda el color y las líneas suaves, los rostros de los personajes son dulces y las páginas dejan un espacio aparte para los textos, dejando así la ilustración limpia y a la vista para no perdernos ni un detalle.

La historia tras el cuento.

Me encanta rebuscar detrás de los cuentos para conocer su origen o alguna anécdota curiosa y Siempre sentado en mal sitio la tiene.

Resulta que teresa Benéitez descubrió ese nombre porque lo vio en un artículo escrito por Jacinto Antón sobre Los Comanches en el que mencionaba a ese guerrero de nombre curioso que sale originalmente en El imperio de la luna de agosto, de S. C. Gwynne (Turner).

Antón fue avisado por Benéitez de esa nueva recreación de su guerrero, ahora convertido en Daniel el travieso y no pudo hacer menos que sentirse su padrino putativo, como dice él.

Realmente curioso el origen del cuento con nombre raro, y desde luego toda una sorpresa para el periodista. Teresa además de ser una mujer generosa (me consta desde que me cedió gustosamente una caja llena de libros y juguetes para nuestra pequeña escuela), es desde luego ingeniosa y creativa.

Fundó en 2017 la editorial especializada en literatura infantil/juvenil A fin de cuentos y rápidamente se llevó el  I Premio Iberoamericano al Mejor Libro Informativo para Niños con su primer libro: «Aventuras y desventuras de los alimentos que cambiaron el mundo».

En este blog puedes ver algunos de sus títulos reseñados, como Los semifusos, Un rey de quién sabe dónde o Cuéntame Sésamo.

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