Consejos para tener un inicio de colegio positivo y feliz.
Recuerdo cuando mi peque iba a empezar la escuela, sin haber pasado por guardería ni similar, y yo tenía pánico a que lo pasase mal y no quisiera ir. Para más inri la gente no ayudaba, porque los vecinos le preguntaban cosas como: ¿Vas a echar de menos a mamá?, ¿vas a llorar?.
Me apresuré a corregir a todo el que le decía algo similar, que pareciera que lo mandaban a la guerra.
Yo siempre le hablé bien del cole, le dije lo que iba a hacer allí, lo que iba a jugar, a aprender, a divertirse. Creo que esa actitud positiva es primordial para ayudarles en la adaptación.
Otra cosa que hicimos fue ir al cole dos o tres veces antes de finalizar el curso anterior, para ver a las maestras, conocer el cole y comprobar por sí mismo lo que allí hacían.
Al tratarse de un cole rural, esa opción era viable.
Y precisamente os conté mi sorpresa cuando empezó la escuela y suspendimos la adaptación porque iba tan feliz desde el primer día que no hizo falta.
Pero, ¿y cuando no es así?, ¿cuando lo pasan mal que hacemos?, ¿cómo actuar?.
La capacidad de adaptación de un niño a la escuela es imprevisible aunque generalmente se adaptan mejor los que ya tienen experiencias similares.
También influye el tipo de escuela que sea. No es lo mismo un gran colegio con 1000 alumnos que uno pequeño con 200.
Igualmente que en ese colegio haya niños de su entorno (vecinos, primos, hermanos y conocidos) ayuda a que todo sea más fácil.
¿Qué podemos hacer para prepararlos para el cole?
Con niños que han ido a guarderías y/o ludotecas suele haber menos problema porque están acostumbrados a pasar esas horas fuera de casa y sin sus papás, pero para los que jamás van a guardería ni precisan de canguros, ludotecas y similar, quizás sea más complicado para ambas partes.
A parte, debemos tener en cuenta que los niños no son robots y lo que funciona con uno no funciona con otro. Hay niños más sensibles que otros. Unos que no lloran nunca, otros que solo lloran los primeros días, e incluso los que lloran casi a diario durante varios cursos.
De todos modos podemos tratar de adelantarnos a ese momento e ir preparando el camino para tratar de que sea algo normal y sin estrés para nadie.
Fuera mensajes negativos. No les digáis ni dejéis que nadie les diga cosas como que van a dejar a mamá sola en casa, que las mamás los van a extrañar, que les pregunten si van a llorar etc. Esos mensajes negativos los confunden y no son necesarios.
Conocer el colegio y a los profes antes. Si tenéis la opción de ir al cole antes de que empiece y jugar en su patio o pasear por allí e incluso coincidir con otros niños de la zona que irán a ese colegio, mucho mejor.
Otra opción que no está disponible para todos pero podéis consultar, es la de ir algún ratito a clase con ellos y verlos jugar. Ellos se sienten seguros y se van acostumbrado a estar ahí.
Preguntadles qué tal están, qué sienten, interesaros por esos nervios del primer día. Responded a todas sus dudas y dejad que os vean emocionados con todo lo que van a hacer y aprender allí para que se contagien de vuestra emoción.
La noche anterior dejad todo listo para que ese día no haya prisas ni agobios. Si os levantáis con calma y alegría y llegáis así hasta la escuela, es mucho más positivo que ir con prisa, tarde y con estrés.
JAMÁS os vayáis de la escuela a traición cuando estén distraídos. Eso les genera sentimiento de abandono y les da desconfianza los próximos días. Es preferible que os vean iros, decirles que vais a hacer recados o a trabajar y que vendréis después a por ellos. No les mientas tampoco diciéndoles que vas a estar ahí fuera todo el rato porque si descubren que no es verdad, perderán confianza. Despedios rapido, pero hacerlo.
Que el primer día estrenen una cartera de sus personajes favoritos o unas zapatillas que les encantan suele ayudar también en la adpaptación.
Tratad de ser los papás quienes los llevéis y traigáis al menos los primeros días porque así verán que es verdad eso de que vais a estar ahí cada día cuando salga.
Cercanía con sus maestras. En muchos centros las maestras están en la puerta al recoger y devolver a los niños y se quedan ahí un poquito a charlas con los padres. Aprovechad esa cercanía para saludar y que los peques vean que tenéis confianza en ellas y que os conocéis, eso aumentará su confianza también.
Cuando los recojais, peguntadles qué tal ha ido el día con mensajes positivos y preguntas concretas. Por ejemplo, un «¿Qué es lo que más te ha gustado hoy?» es mejor que un «¿Te gusta la escuela?». Contadles lo que habéis hecho vosotros en ese rato y que os cuenten su día.
¡Todos a la escuela!
Ya sabéis que yo soy muy de utilizar los cuentos como herramientas de comunicación, adquisición de valores, buenos hábitos y demás.
Hay muchos cuentos sobre la escuela que podemos usar para leer el verano anterior con los peques y así ir hablando poco a poco de su primer año de escuela.
La editorial San Pablo me hace llegar uno de esos cuentos, ¡Todos a la escuela!, Emma no quiere ir al cole. Un álbum de Paula Merlán y Nancy Brajer.
Emma no quiere ir al cole, pero todo cambia cuando descubre que su gatito Flus va a la Escuela de Animales durante la noche… ¡Todos a la escuela!
Es una divertida historia sobre la importancia de superar el miedo a ir al colegio y descubrir que es un lugar agradable, en el que aprender y divertirse.
Ficha técnica.
Título: ¡Todos a la escuela!
Textos: Paula Merlán
Ilustraciones: Nancy Brajer
Editorial: San pablo.
Temática: adaptación a la escuela.
ISBN: 9788428556804
Detalles: 36 págs, 22 x 22 cm
Emma no quiere ir al cole.
El cuento empieza de una forma que os resultará familiar: Una pequeña va a empezar el cole y no quiere ir. Sabía que allí haría nuevos amigos, tendría un patio enorme, jugaría y aprendería mucho pero le daba igual, ella no quería.
Entonces le pregunta a su mamá, ¿por qué ella tiene que ir a la escuela y su gatito Flus no?.
Pero Flus si va a la escuela, a la Escuela de los Animales nocturna, cuando todos en casa duermen.
Por eso Flus es un gatito tan listo y educado.
La escuela de animales es mágica y nadie sabe donde está.
Ahí está la respuesta al misterio sobre las misteriosas escapadas nocturnas de Flus.
Flus le contó a la mamá de Emma que todos los animales del vecindario van a esa escuela y aprenden mucho. Por eso las gallinas de la tía Elisa ponen tantos huevos grandes y deliciosos y el caballo de Tesa es tan ágil.
Saber que todos los animales hacían cosas extraordinarias gracias a lo aprendido en la Escuela de animales le dio a Emma el empuje que le faltaba para querer asistir a su propia escuela.
Esa noche se acostó súper pronto pensando en la escuela de animales y lista para ir a su propia escuela de niños.
Paula Merlán se licenció en Derecho pero acabó diplomada en Magisterio y en 2012 publicó su primer álbum ilustrado animada después de dar clases de animación en el que fuera su colegio.
Ha publicado con diferentes editoriales que conocemos pero la verdad es que hasta ahora no teníamos ningún título suyo, este es el primero.
En la Editorial San Pablo encontraréis diversos títulos editados por ellos.
Nancy Brajer siempre tuvo claro que lo suyo era el arte. Desde pequeña se interesó por lápices, colores y acuarelas y se dedicó a estudiar Diseño Gráfico y realizó diversos cursos de caligrafía, plástica e ilustración infantil.
De ella si teníamos varios álbumes ya en casa.
Podéis encontrar ¡Todos a la escuela! en los links de la parte superior de la página.
Hagamos que la entrada en la escuela sea para los niños una experiencia emocionante, positiva y tranquila.