La gran enciclopedia de las abuelas, necesaria para entenderlas.

Ay las abuelas. Ese particular espécimen que prolifera en el planeta. Nadie sabe cuando llegaron ni cuanto tiempo llevan aquí, pero abundan por doquier y son tremendamente listas. ¿Qué hariamos sin ellas?.

¿Por qué las abuelas se peinan tan raro y se ponen rulos?, ¿por qué todas parecen tener las mismas zapatillas para estar en casa?, ¿hay convenciones de abuelas donde les enseñan las frases que nos dicen a todos?, ¿por qué los papás se quejan de que a ellos no les dejaban hacer nada y a nosotros sí?.

Seguro que muchas veces os habéis hecho preguntas respecto a las abuelas, pero la respuesta es incierta. Quizás deberíamos colarnos en una de esas convenciones de abuelas para descubrir sus secretos y hallar las respuestas.
Pero para poder encontrar esas respuestas sin tener que colarse en sus reuniones, también podemos hacer uso de La gran enciclopedia de las abuelas de Blackie Little.

La enciclopedia de las abuelas.

Autor: Éric Veillé
Traducción: Isabel Obiols
Edita: Blackie Little
Detalles: 32 págs, tapa dura.
ISBN: 978-84-17552-14-5
Edad recomendada:

El individuo «abuela» tiene varias sub-especies, las reconocerás por su atuendo y su físico. Puede ser la abuela moderna, la abuela de campo, la jovi-abuela o incluso la abuela surfera.
la edad es todo un misterio pues muchas no dicen la verdad, pero podemos encontrar abuelas de 55 o abuelas de 99. ¿Cuantos años tiene tu abuela?

Se dice que la gente mayor cuando envejece se vuelve un poco niña otra vez, y es que las abuelas necesitan tener esa pizca de infancia metida dentro para poder jugar y entretener a los nietos sin agotarse.

la gran enciclopedia de abuelas

Las abuelas son sabias, lo saben todo. Y si no lo saben, se lo inventan y así es porque lo dicen ellas. Nunca podrás cambiar a una abuela porque ya ha cambiado mucho en toda su vida, pero el último cambio que tuvo, lo provocaste tú.
¿No me crees? Pregunta a tus padres si tu abuela era así cuando ellos eran pequeños.

Cuando las abuelas no eran aún abuelas, a nuestros padres no les dejaban ni respirar: les reñían, les decían «no» continuamente, no les compraban lo que pedían, no les daban chuches…en fin, un rollo.
Pero solo tienes que abrir tú la boca y pedirle algo a tu abuela para que ella te lo de, ¿verdad?
Es un misterio que es lo que provoca ese cambio, pero es maravilloso y nadie se queja.

Pero tampoco todo va a ser bueno ¿eh?, por ejemplo tienen cambios bruscos de humor y de pronto parecen enfadadas. Nada como un ratito con los nietos para que se les pase.

A las abuelas les gustan los gatos, hacer calceta, caminar al aire libre y cocinar mucho. estarán siempre protestando porque les damos mucho trabajo pero si no vamos, llamarán para que lo hagamos.
Nos harán regalos a veces estrafalarios y a veces desubicados pero ellas son así, almas libres que no siguen las normas.

Conócelas bien gracias a esta enciclopedia que incluye un glosario de términos que conviene aprender si quieres comprenderlas.

 

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La abuela de la A a la Z.

Cuando me recomendaron este libro me dijeron «te vas a reír, pero también te caerá alguna lagrimilla» y tenían razón. Este libro nos hace viajar al pasado, al momento en el que los nietos eramos nosotros y no nuestros hijos. Yo lo he leído con mis abuelos en mente todo el tiempo, buscando comparaciones y reconociéndolos en sus textos.

Una abuela es una caja de sorpresas, un ser autónomo que hace lo que quiere y sorprende con sus ideas. También es cambiante, y puede ser la más dura de las madres pero la más tierna de las abuelas.
Una abuela tiene más poder que el mismísimo Papa, y deja más recuerdos que el mejor de los viajes.

Por desgracia no son eternas, y el cielo está plagado de ellas en forma de estrellas fugaces.

Quién tiene una abuela tiene un tesoro.

Yo tuve la suerte de contar con mis abuelos maternos en mi infancia y adolescencia. Incluso conviví con ellos en una época y a día de hoy creo que no me pudo haber pasado nada mejor. Las experiencias que viví con ellos me las habría perdido de no haber convivido: ir a cazar grillos, dormir con los primos en su casa, crear cabañas y escondites, coger ranas…

Mi pequeño tiene la suerte de contar con sus abuelos paternos y aunque son más mayores de lo que eran los míos cuando yo era pequeña, eso no quita que tenga sus historias con ellos y vaya formando su pila de bonitos recuerdos.

Siempre hay excepciones, abuelas que no quieren serlo o que nunca se las ve. Pero si tenéis la suerte de tener una de las otras, de las que valen millones y nos pellizcan las mejillas cada vez que nos ven, no la dejéis escapar.
Recordadle lo importante que es y lo mucho que a necesitáis, porque las abuelas un día se van sin avisar y es mejor no dejar nada por decir.

Este libro nos abre los ojos y nos enseña a aceptar y querer a nuestras abuelas tal y como son. Con sus peinados estramboticos, sus alocadas ideas, sus rarezas, sus cambios de amor y sus cosillas. Nos las muestra tal y como son pero engrandecidas, para que los peques y no tan peques, las sepamos valorar.

Éric Veillé nació en Laval y estudió en la Escuela Duperré de París. No se dedicó siempre a escribir e ilustrar libros infantiles, pero desde que creó el primero, le han seguido muchos otros. Otro que ha tenido mucho éxito es «Los secretos del cole», también editado por Blackie Little.

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