Óscar y el dragón hambriento. Niños que cocinan y son ingeniosos.

Tengo que decir, como madre de un Óscar que cada vez que veo un cuento que lleva su nombre, se me antoja sin saber ni la trama. Este mes estaba buscando cuentos sobre dragones para poder leer en casa y después llevar al cole para el proyecto del trimestre así que el cuento fue un acierto doble: Un Óscar y un dragón.

Conocí al autor, Ute Krause con el libro ¿Cuándo se irán estos? que os reseñé hace un año aproximadamente y que también estaba editado por Editorial Juventud. En aquella ocasión tratábamos el tema de los papás que se casan por segunda vez y forman familias diversas con nuevos hermanos y hermanas y hoy nos toca hablar del ingenio de un niño llamado Óscar.

Las ilustraciones desde luego llevan su firma y son inconfundibles. Sin distracciones ni colores llamativos, con los textos plasmados en la ilustración de manera que hasta sin leer podemos ver y seguir la historia, y con detalles que le dan ese toque de humor. Es una conocida autora e ilustradora y de hecho algunas de sus historias han sido adaptadas para la televisión.

Óscar y el dragón hambriento.

Autor: Ute Krause
Edita: Editorial Juventud
Detalles: 32 págs
ISBN: 9788426140821
Edad recomendada: +5 años

oscar y el dragon

Nadie en la aldea está tranquilo desde que el dragón se ha despertado. Se le escucha rugir y la tierra tiembla con cada movimiento. Saben que pronto llegará el momento de tener que sacrificar a una princesa para apaciguar al dragón.

Pero ¡oh! en la aldea no hay princesas y en su lugar mediante sorteo, le toca a un niño llamado Óscar. La mamá de Óscar llora y protesta pero no sirve, y Óscar con valentía se dirige a su destino

El caso es que Óscar, al igual que mi propio Óscar, está demasiado delgado y el dragón en un guiño a Hansel y Grettel, decide encerrarlo para engordarlo y podérselo comer.
Mientras está encerrado le proporciona comida y una cocina para que coma lo que quiera y así engorde antes… pero la historia pega un giro.

oscar y el dragon

oscar y el dragon

Óscar no cocina para engordar él, cocina para tratar de alimentar al dragón. Y este, aunque al principio se niega a comer la comida de humanos, al final cede embriagado por los olores de la cocina del muchacho.
El chico también ha leído cuentos de hadas y por eso sabe como engañar al dragón cuando este pregunta si ya ha engordado.
Le da un palito haciéndole creer que es su dedo para que compruebe que sigue delgado. Y mientras el dragón sigue esperando a que engorde, ambos siguen comiendo las delicias que prepara Óscar.

¿Qué pasará cuando el dragón descubra el engaño?, ¿Dejará Óscar de cocinar para el dragón para pasar a ser su cena?… tendréis que leer Óscar y el dragón hambriento para saberlo.

oscar y el dragon

Ver en Editorial Juventud

 

Niños que se valen por sí mismos.

No nos dice la edad del pequeño Óscar pero vemos que es un chico valiente, independiente, y con varias cualidades además de ingenioso. Un muchacho que sabe cocinar y lo hace divininamente, estamos ante un espécimen raro de muchacho, ya que , seamos realistas… no es muy común encontrar a chicos jovenes (y cada vez menos chicas también) que sepan cocinar.

De este cuento podemos quedarnos con el valor con el que el niño decide encontrarse con el dragón, a pesar de los llantos y esfuerzos de la madre por evitarlo, el ingenio para hacerse valer y que se vuelva tan necesario que el dragón no tenga otra opción que dejarlo vivir, y la independencia que muestra al saber cocinar y valerse por sí mismo.

Un libro que comienza con el tópico «llevar una princesa al dragón» y le da la vuelta en una sola página, ante la escasez de princesas. Puede chocar un poco ese comienzo donde vemos a un pueblo dispuesto a sacrificar a uno de sus muchachos para saciar a un dragón, en contra de la lógica que sería la de cargarse al dragón y salvar a todos pero es necesario para continuar la historia aunque quizás sea demasiado cruel.

No le faltan las dosis de humor a sorbos y una vuelta de tuercas a los cuentos de princesas. Ni hay princesas, ni son mujeres las que salvan al pueblo y se enfrentan al dragón con sus artes culinarias.
El protagonista ha leído muchos cuentos de hadas, y de ahí saca el ingenio para engañar al dragón, como en Hansel y Gretel cuando con un huesecillo hacen creer que aún no han engordado lo suficiente. Porque los cuentos de hadas y princesas no están reñidos con la astucia y la inteligencia.

Yo me dedico a la hostelería y paso mucho tiempo en la cocina. Al ser un negocio familiar, el peque se ha criado como aquel que dice «entre fogones» por lo que me ha encantado no solo la similitud del nombre, también que Óscar protagonista sea buen cocinero, cuando mi propio Óscar hace sus pinitos en la cocina y le encanta preparar recetas.

Desde aquí animo a todos los niños y niñas a cocinar, aprender a realizar sus recetas favoritas que quizás un día les salven de un dragón…o les den trabajo. Y también a leer, cuentos de hadas y cuentos ingeniosos de niños valerosos.

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