Los cuentos de así fue de Rudyard Kipling adaptados por Elli Woollard y Marta Altés.
Que los niños preguntan mucho no es ningún secreto, hay niños capaces de preguntar absolutamente todo y repetir ¿Y por qué? hasta la saciedad sin inmutarse. Josephine, la hija de Rudyard Kipling debía ser una de esas niñas curiosas que hacia preguntas y para ella escribió su padre los Cuentos de así fue. Unos cuentos donde había respuesta a todas sus preguntas, usando para ello la mejor de las herramientas: la imaginación.
Aquellos cuentos eran exclusivos para Josephine hasta que en 1902 fueron recopilados y publicados y se convirtieron en todo un clásico.
Hoy esos cuentos han sido reimaginados gracias a Elli Woollard, Marta Altés, Miguel Azaola y la editorial BlackieBooks que ponen en nuestras manos una encuadernación de lujo para disfrute de toda la familia.
Rudyard Kipling
Kipling nació en la India para posteriormente formarse y estudiar en Inglaterra. Fue considerado uno de los mejores escritores británicos.
Sus Cuentos de así fue, los originales, fueron publicados por primera vez en 1902 y las ilustraciones eran las suyas propias. A su hija Josephine le gustaba que se los contase antes de dormir palabra por palabra sin cambiar nada y por eso los llamó Cuentos de así fue.
Josephine murió desgraciadamente a los 7 años por una pulmonía, antes de que se publicasen los cuentos. Por ello, estos cuentos son un homenaje de Kipling a su pequeña.
Las desgracias no acabaron ahí para los Kipling ya que perdieron a su hijo John Kipling en la primera guerra mundial.
Cuentos de así fue.
Estamos ante un libro de historias cortas relatadas en forma de versos y rimas que casi se podrían cantar más que contar. Su ritmo rápido y rimante te anima a no parar la lectura hasta el final.
Los protagonistas son siempre animales, y las historias nos relatan cómo fue que llegaron a tener ciertas cualidades en su aspecto. Es otra forma de ver la creación usando la fantasía.
Las historias de Kipling son en realidad doce y en este volumen tenemos cinco:
La ballena a la que se le encogió el gaznate por golosa y tragona al querer devorar absolutamente todo lo que debía.
El dromedario y su joroba, la historia de un dromedario algo vago que solo pensaba en comer. Por holgazán y por no ayudar, un genio le coloca por arte de magia la joroba. Y ¡pum! e dromedario se volvió trabajador porque la supo emplear bien.
La piel del rinoceronte, de la cual se despojaba para darse un baño en la laguna. El hombre decide castigarlo por robarle su rica tarta de grosellas y debido al castigo, la piel del rinoceronte que antes era lisa y sedosa ahora es áspera y rugosa.
La trompa del elefante que no estuvo ahí desde siempre. Fue debido a la curiosidad de un elefantito que todo lo preguntaba y por preguntón su trompa creció y creció.
El gato que prefirió ser libre, cuando todos los demás animales fueron domesticados por el hombre. Eso sí, aunque el negaba haberse dejado domar, de los humanos no se separaba y siempre acudía a buscar su compañía.
Detrás del libro.
BlackieBooks, la editorial cuyo logo está inspirado en Blackie, la perrita testaruda que quería ser eterna es la editorial responsable de que los Cuentos de así fue hayan resurgido.
Elli Woollard es conocida por sus historias escritas en forma de verso con ritmos rápidos y casi musicales. Ha sido la encargada de adaptar los cuentos de Kipling en esta versión en la que está tan bien acompañada.
Marta Altés me enamoró desde que tuve Mi abuelo, también de BlackieBooks y he llegado a un punto en el que reconozco un trabajo suyo por los rasgos característicos de sus personajes. Esta diseñadora gráfica que dejó su trabajo para dedicarse a la ilustración nunca se ha arrepentido de su decisión y nosotros se lo agradecemos.
Sus ilustraciones están llenas de vida, de colores, de expresiones y hablan por sí mismas.
La traducción del libro corre a cuenta de Miguel Azaola quien quizás no os suene pero ha traducido tantos libros y tantas historias para niños que es fácil que tengáis en casa algo suyo. Ha trabajado en editoriales muy conocidas en sus más de 50 años de carrera, y además de traducir también ha editado.
Tiene predilección por los libros escritos en verso y a la vista está que se le da muy bien adaptarlos.