Protege tu vista y la de los peques, sobre todo en verano.

En realidad la vista se debe proteger siempre, igual que la piel. Aunque no sea verano, el sol también puede dañarnos. Pero como ahora llega el verano, el calor, el sol, y sacamos más las gafas de sol del bolso, pues es buen momento para recordar algunas cosas básicas.

En casa somos 4 si contamos al gato, pero ese no usa gafas. El peque es mi principal preocupación y procuro que siempre lleve la gorra con visera o las gafas de sol.
Él aún no tiene problemas de vista (y espero que no los tenga) por lo que no usa otro tipo de gafas y eso soluciona la tarea de confiar en una buena marca de gafas sin que tengamos que graduarlas.
He de decir, es el único en casa con unas gafas de muy buena marca que cuidamos como oro en paño.

Yo uso gafas graduadas o lentes de contacto según el momento, y tengo la opción de graduar gafas de sol siempre y cuando el modelo lo permita.
Podemos llevar perfectamente gafas de sol con lentillas, no hay problema. Era una de mis dudas cuando me pusieron las gafas y enseguida la resolví.
Mis gafas son de buena marca conocida, aunque no tan buenas como las del crío, porque soy un desastre y las suelo perder. Tengo unas graduadas y dos más sin graduar que son las que llevo a sitios donde hay más riesgo de dejarlas olvidadas.

El padre del peque en cambio usa gafas o lentillas progresivas, y los que las usáis sabréis que son bastante diferentes a las lentillas normales. Cuesta más acostumbrarse a ellas y son más caras por lo que ni se plantea comprar gafas de sol graduadas.
Usa el mismo modelo de gafas desde los tiempos de Jesucristo porque es fiel a las marcas y a los productos que le gustan.

Consejos básicos para elegir gafas de sol:

Confía solo en ópticas y centros especializados, las gafas de mercadillos, tiendas tipo bazar, imitaciones etc no garantizan la calidad necesaria para proteger tus ojos.

Las gafas han de contener una etiqueta que indica su indice de protección frente a los rayos ultravioleta. Es recomendable que eviten la penetración de al menos el 80% de dichos rayos. También han de llevar la etiqueta CE que indica que superó los controles de calidad, y el nombre del fabricante.

No compres sin probarlas, ni a los niños. No todos tenemos los mismos rasgos y las gafas deben adaptarse a tu cara, y taparte todo el ojo. Además el tamaño de la nariz también influye a la hora de que se quede correctamente colocada.

Comprueba que no están rayadas ni tienen bultos o marcas extrañas. También fíjate que estén bien equilibradas.

Si son para los peques, ahora hay muchos modelos flexibles y mega resistentes para ellos. Los puedes retorcer que no se rompen y aunque se caigan, sobreviven.

Ten en cuenta que las categorías de protección están indicadas para situaciones en concreto. Por ejemplo la 4 es para nieve o el mar y no están aconsejadas para conducir. El 3 para la playa, el 2 para ciudad y días soleados, el 1 para días con luz no intensa y el 0 para interiores o días de poca luz.

¿Qué más podemos hacer para protegernos?

No mirar directamente al sol, usar gorros o viseras si no se tienen gafas a mano. También hay que proteger los ojos de la sequedad y del aire acondicionado.
En las playas y piscinas conviene que usen gafas de buceo que los protejan del cloro o la sal y la suciedad (eso también va para nosotros los adultos).
Unas gafas de buceo también previenen las conjuntivitis muy comunes en las piscinas.
Si usan o usáis lentillas, más razón para usar gafas de buceo en el agua, para evitar estropearlas y/o perderlas.

Cuida tus ojos tanto o más que tu piel. No solo en verano, pero sobre todo en estas fechas de tanto sol en las que además solemos ir a la playa y salimos más.

¿Cuidas la vista lo suficiente?

Las imágenes son de freepik, excepto la infografía que es de la OCU.