Combatir el aburrimiento con imaginación y creatividad: Celia se aburre.
Me aburro. ¿Cuántas veces dijimos de pequeñas/os esa frase?,¿Cuántas veces la dicen nuestros hijos?. Aburrirse no es malo, de hecho es recomendable que se aburran para que hagan funcionar su cabeza y con imaginación y creatividad inventen formas de entretenerse, juegos y pasatiempos. Aunque es cierto que cuando un niño la dice 20 veces en 5 minutos, puede ser estresante jeje.
Deja que se aburran.
En contra de lo que podamos pensar, que los crios se aburran tiene su lado positivo. Tranquilas, no hay que estar las 24hr del día entreteniéndolos o manteniéndolos ocupados, tenemos que dejar que se aburran y se las apañen solos de vez en cuando.
No es bueno ni un extremo ni otro. Es decir, hay que encontrar un punto medio entre pasar 24hr tratando de que no se aburran, a pasar olímpicamente del tema y dejar que estén aburridos y malhumorados todo el día.
Actualmente estamos tan pendientes de los crios, de que hagan cosas, de que estén ocupados etc, que no dejamos que se aburran. Eso hace que lo tengan todo «hecho» y no tengan que pensar en como jugar o con qué. Deben ver que con el aburrimiento también se puede aprender, inventar juegos, crear historias.
El cerebro está en continuo funcionamiento y aunque no nos demos cuenta, siempre está produciendo ideas. Si no le permitimos al cerebro idear planes para combatir el aburrimiento, no dejaremos que potencie el pensamiento propio, la autonomía, la creatividad o la imaginación. El juego libre, no estructurado es primordial para el desarrollo.
Celia se aburre.
El cuento de Celia se aburre es un claro ejemplo de lo que os estaba contando. Escrito en verso, el cuento nos habla de celia y su tedio.
Cuando Celia se aburre,
se aburre hasta la saciedad,
ese lugar infinito
donde no hay marcha atrás,
donde uno se aburre
de lo aburrido que está,
y da vueltas y vueltas
como una espiral.
Tiene mil juegos y juguetes con los que poder jugar, al igual que los niños de hoy, muchos de ellos con el síndrome del niño hiperregalado tras la navidad. Ya no se trata de que los niños no valoren todo lo que tienen, es que tienen tanto que no saben con qué jugar, nada parece entretenerles.
Entonces, su madre le da una caja. Una simple caja con la que Celia creará mil historias y no volverá a pensar en el aburrimiento.
Algo tan soso como esa caja, es toda la motivación que necesitaba. Es similar al «tengo un paloooo» que seguro que todos hemos escuchado.
Demos oportunidad a nuestros niños para que se aburran, dejemos que lo hagan. Que inventen, que con imaginación y creatividad sepan poner remedio, que ellos mismos creen sus juegos con lo primero que encuentren y sepan usar correctamente todo lo que está a su alcance para pasar horas de diversión.
Y si aún así, después de todo eso, se siguen aburriendo… bueno, que se aburran un poquito 😉
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