Mis errores y despistes de madre primeriza.
Cuando tienes a tu primer hijo, es muy fácil jugar aún inconscientemente al ensayo y error. No tenemos experiencia, o al menos no con hijos propios, y a veces los consejos que nos dan nos confunden aún más. Eso hace que cometamos errores, unos más tópicos o típicos que otros, y algunos más bien divertidos y anecdóticos.
He revisado mis casi 5 años de maternidad en busca de esos «errores garrafales» para compartirlos aquí y demostrar que ninguna somos perfecta, todas hacemos cosas de las que no estamos convencidas, de las que nos arrepentimos, o de las que nos reímos (a toro pasado, claro).
Mis errores como madre primeriza.
Se queda con hambre, voy por el biberón.
Las odiseas de la teta dan para varios post. Me costó bastante la lactancia, aunque luego ya fue bien y ha durado casi 5 años. El primer mes cometí un error muy común: Pensar que se quedaba con hambre y darle biberones de refuerzo. Total, que yo no producía mucho porque el biberón completaba. Pero la historia tiene final feliz… al final, casi 5 años de lactancia.
No bañar hasta que se caiga el cordón.
Otra leyenda urbana que no se de donde saqué. Me dijeron que no se podían bañar hasta que se les cayese y al mío no se le cayó en 15 días así que lo lavaba al pobre como los gatos.
Controlar el tiempo en el pecho.
Recuerdo los dos primeros meses horribles, sin apenas descansar. Y no por el niño, que era un bendito y no se le oía. Me había obsesionado con controlar el tiempo de las tomas y el pecho que tocaba con una app del móvil. Así que pasaba más tiempo apuntando esos detalles que durmiendo. Pasados esos dos meses, metí al niño en la cama, le dejé el restaurante en modo «self service» toda la noche y dormíamos todos como angelitos. Eso si, no se cuantas tomas hacia o cuanto tiempo pasaba en cada pecho.
Tratar de ponerme yo la vacuna.
Una de las veces que íbamos al pediatra a vacunar al peque, no me preguntéis en que estaba pensando, pero al momento de decir la enfermera: a ver el muslo que te ponemos la vacuna», yo me levanté la falda y generosa le ofrecí mi pierna. Me miró con cara de chiste y me costó un poco captar el error.
Derretir chupetes en el fuego.
Ojo, que no he aprendido la lección. No solo derretí dos chupetes en el fuego por olvidarlo completamente, es que años después, derretí mi copa menstrual ¡por lo mismo!. Quedó completamente calcinada e inservible. No volví a esterilizar chupetes, y tampoco las copas jaja.
Atender la puerta con la teta fuera.
Creo que este es un error muy común de las que damos pecho a demanda. Lo he escuchado ya varias veces, que llega un momento en el que no sabes si la tienes dentro o fuera. Y si, me pasó, y atendí la puerta o más bien a un cliente con media teta fuera.
Recién nacido y el pañal, ¿qué?.
Mi primer error, no tenía ni un día el pobre y ya estaba su madre cagándola. Desde hace unos años en nuestro hospital ya no cambian a los bebés, solo le ponen el primer pañal. Pues aquí la torpe, y eso que ya había cambiado cientos de pañales, dejó al niño sin cambiar todo el santo día. No caí en el pequeño detalle de que los niños mean, hacen caquita, y necesitan que los cambies. Me costó dios y ayuda sacar luego todo el meconio del culete del pequeño.
Que se te caiga el móvil… encima del bebé.
Otra gran cagada que no me pasó una ni dos, me pasó tres veces. De esas que estás acostada con el bebé en la teta de lado, te pones a mirar algo en el móvil y notas como en un nanosegundo se resbala de tus manos y efectivamente, la mini personita que tienes al lado comienza a llorar porque has hecho diana.
Cortar el pelo… al 0.
Ay pobre, parecía sacado de la mili. He de decir en mi defensa que no fue mi culpa. La máquina que tenía llevaba una ruleta para regular los cm de corte. Yo la puse como siempre en el 12, pero no me di cuenta de que estaba estropeada y solo cortaba al 0. Lo descubrí cuando veía demasiada cabeza y pensaba: Uy, que corto está quedando esta vez. Pobre, ya solo me quedaba seguir y dejarlo todo igual, como una bola de billar. La semana siguiente me compré maquina de cortar el pelo nueva.
¿Seguimos errando?
Of course, claro que seguimos errando. De eso trata la maternidad, de aprender juntos. Hay errores más graciosos y otros más sonados, pero a mi, 5 años me han dado para muchos errores jaja. Lo positivo es aprender de ellos, y que no pasa nada por cometerlos porque eso nos hace humanos. Lo que no sería lógico sería no intentarlo por miedo a fallar.
Muchas veces me dicen «no hagas eso que no va a salir bien» pero yo siempre respondo que salga mal o salga bien, será mi éxito o mi fracaso, que me dejen intentarlo y verlo por mi misma.
Son cosas que pasan, jejeje
Me ha hecho mucha gracia jejeje
Yo lo del móvil encima del bebé me pasó una vez. Mi error de primeriza fue tenerlo 24 horas sin mamar al nacer porque el niño chupeteaba el pezón y yo me creía que eso era mamar XD. Luego una enfermera consiguió que se enganchara y noté la diferencia jeje tonta de mi!
La teta fuera no me ha pasado pero podría…
Me parto… Lo que tienen que sufrir los primogénitos jajaja. Yo recuerdo en el hospital las enfermeras preguntándome si el niño había hecho ya pis y yo no tenía ni idea, le quitaba el pañal y parecía seco… Nadie me explicó que los pañales llevan una línea que cambia de color cuando el bebe se hace pis. Las enfermeras debieron pensar que el pobre estaba deshidratado.
Ostras…. Yo me acabo de enterar por ti jajajajaj. En serio tienen una línea que avisa?
Jaja eso me pasó a mi… Que yo creía que mamaba y nada que ver. Me costó bastante que el pobre se enganchase.
Dan para muchas anécdotas después 🙂
Los de las tallas pequeñas (1 y 2) seguro. Yo me enteré con la segunda, más vale tarde que nunca.
Bueno, debí añadir que también me enteré tarde de que los pantalones llevaban un elástico para ajustar… Y yo apretando con el cinto. Soy así de torpe.
Reconócelo… querías ligar con la enfermera. Lo del pelo me ha hecho mucha gracia. El que esté libre de errores, que tire la primera piedra. Lo bueno es aprender de ellos, cosa que a ti, con los chupetes y el fuego, te costó un poco, jejeje. 😛 Besitos bombonazo
Anda que.. no me habías contado todo esto ?? me e partido de risa pero también me e preguntado: y para que estoy yo que me puede preguntar?
Yo tengo post de este con mi bichilla ¡y en el futuro el de las nuevas cosas en las que hemos metido la pata con el segundo! Que no aprendemos aunque ya no seamos primerizos 😛 Mejor no te cuento la frecuencia de baño del segundo porque te daría un parraque. ¡Los segundos nunca se ensucian! (Los terceros deben nacer ya con tejido antimanchas o algo).
ajajajaja no he aprendido aún, hace poco tenía que hervir algo, no recuerdo el qué… y lo jodi.
Si hombre, para que te rías más aún de mi, no te jod… jajajaj
También con el segundo? Eres reincidente ya jaja. No me hables de baños, que yo jamás he creído que a los niños hay que bañarlos a diario, al mio lo baño cada 2-3 dias. Si me lee alguna, me quita la custodia.
Te quería decir, que mi blog esta cerrado un tiempo, nadie lo puede ver, no te creas que no quiero. Pero si quieres mientras lo tengo cerrado, puedes entrar a mi facebook. Estoy todos los dia. y si quieres me pones y yo encantado te pondré. Muchisimas gracias . https://www.facebook.com/junioravellan2016
Y sobre la entrada, es de lo más normal cometer errores. Me gusto mucho.
Imposible no equivocarse. En las charlas preparto mil veces me dijeron «no le den agua al bebé recién nacido, sólo leche». No va que mi primer pediatra me recomendó darle agua entre biberones para que «junte hambre». ¡Para qué le hice caso! A la semana de nacido mi primer hijo cambié de pediatra y lo primero que hizo fue decirme «¡Agua no! Tiene que ganar peso, así que leche todo el tiempo, libre demanda…. todo lo que quiera leche, leche, leche». Errar es humano.
Si, lo leí, por eso te mandé solicitud. Lamento que estés pasando tanta desgracia junta.
jajaja comparto algunos de ellos! Nadie es perfecto!
El de la vacuna es épico jajajaja! La mayoría los he cometido yo también, y muuuuchos más.
Jajaja no somos perfectas no! La del móvil también me ha pasado más de una vez… 😉
Me he echado unas risas.Bien por ti que eres una madre no perfecta.Un abrazo
Es inevitable, la que más o la que menos pero todas tenemos alguna anécdota de este tipo.
Y nos seguirá pasando…
Jajaja yo lo del móvil también,pobre mía! Es que ninguna somos perfectas, yo a veces le ponía el pañal lo de delante atrás, también por el sueño uff ?
Pingback: La cara oculta de la crianza. – Refugio de Crianza